Según el Banco Mundial, la revolución tecnológica -en la que ya nos encontramos plenamente inmersos aunque no ha hecho más que empezar-; no solo está cambiando la forma en la que trabajamos y nos relacionamos con los demás, sino que viene llena de promesas y también de riesgos.

Klaus Schwab -fundador del Foro Económico Mundial de Davos- ya acuñó el término de “La cuarta revolución industrial” en su libro publicado en el año 2016, en el cual ya planteaba una serie de dilemas que cuestionaban desde la forma en la que se desarrollan los países, hasta incluso lo que significa ser humanos.

En este artículo vamos a analizar los 8 pilares en los que el Banco Mundial fundamenta su teoría de lo que nos traerá esta revolución tecnológica, a través de la fusión de los mundos físico, digital y biológico. También de los principales efectos que ellos supone para las organizaciones, el mercado de trabajo y la propia sociedad.

 

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1. DISRRUPCIÓN EMPRESARIAL

La revolución tecnológica ha cambiado por completo la forma en la que se relacionan las empresas con su clientes, a través de la comunicación digital. Existen herramientas que permiten valorar lo servicios en base a su nivel de rendimiento o calidad, haciendo cada vez más fácil adaptarse a las necesidades reales de los clientes.

Es un modelo muy competitivo donde para conseguir ser la empresa elegida, no solo hace falta aportar valor, sino que hay que optimizar los costes de producción y distribución para además hacerlo de la forma más eficiente posible. La automatización de procesos, el consumo de energía o el análisis de datos para la toma de decisiones, son solo algunas de las herramientas que han propiciado dicho cambio.

En ese sentido, podríamos usar el ejemplo de Amazon como bandera de ese cambio de paradigma dentro del comercio global.

 

2. FUSIÓN DE TECNOLOGÍAS

Sin duda esta cuarta revolución industrial ha sido ocasionada por la fusión de tecnologías y la capacidad digital que otorgan las mismas. Vehículos autónomos, impresión 3D, robótica, cloud computing, etc; son ejemplos de como el “Internet de las cosas” ha cambiado la colaboración hombre-máquina. Se trata de una fusión entre los mundos digital y biológico que vienen a replantearnos los roles que desempeñaremos como humanos en un futuro inmediato.

Por no hablar del Blockchain, donde la criptografía a través de la tecnología de cadena de bloques, va a cambiar por completo desde el sistema económico, hasta los sistemas de información, entre otros muchos. Aunque en este punto no me extenderé demasido, ya que debido a su importancia, merece ser objeto de un próximo artículo.

 

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3. GOBERNANZA ÁGIL

Otras de las grandes asignaturas pendientes de los gobiernos -especialmente en determinadas zonas del mundo- son la transparencia y la confianza en la gestión de lo público. La tecnología y en especial las redes sociales, han democratizado el acceso a la información, hasta unos niveles que hasta ahora eran impensables.

Sigue habiendo áreas de mejora importantes en la gobernanza, como la agilidad en los trámites burocráticos, la tributación, seguridad, privacidad, etc; que sin duda van a tener que adaptarse a la evolución de este proceso social y tecnológico, que está transformando a la sociedad actual.

4. ÉTICA E IDENTIDAD

Estos avances mencionados en biotecnología e Inteligencia Artificial, están generando un dilema existencial, ya que lo que hasta ahora veíamos en las películas más futuristas, ha llegado, y además lo ha hecho para quedarse. La prolongación de la vida, los bebes de diseño, el papel de las máquinas, o la extracción de memoria – solo por citar algunas de las más controvertidas-; han abierto un debate ético y moral para el que muchos de nosotros no estamos preparados aún.

La virtualización de las relaciones -especialmente entre la gente joven- está haciendo que perdamos algunas de las capacidades más básicas como la de escucha e interacción; y eso está mermando algunas de las habilidades sociales con las que hemos sido “programados”. Sin duda es éste uno de los retos más importantes a los que nos enfrentamos.

 

“[…]el 75% de las profesiones del futuro aún no existen o se están creando y la mayoría de ellas estarán dentro del ámbito de las tecnologías de la información”.

 

Half Robot

5. PERTURBACIÓN A EMPLEOS Y HABILIDADES

La mayor preocupación en este punto viene de la creciente brecha entre las habilidades que los nuevos puestos de trabajo demandan, y la capacitación actual de nuestra fuerza de trabajo. Mientras en las anteriores revoluciones industriales hubo un tiempo de adaptación del mercado laboral para los desafíos que entonces se planteaban; hoy en día, la velocidad imprimida por el propio cambio tecnológico, hace que no seamos capaces de adaptarnos, al menos al ritmo que sería necesario.

En ese sentido, según el informe publicado por el Foro Económico Mundial en septiembre del año pasado titulado “The Future of Jobs“, el 75% de las profesiones del futuro aún no existen o se están creando y la mayoría de ellas estarán dentro del ámbito de las tecnologías de la información.

 

6. DESIGUALDAD

La desigualdad es sin duda otra de las mayores preocupaciones actuales, ya que las nuevas plataformas tecnológicas globales están haciendo que el dominio de los mercados se desplace hacia zonas donde existe mayor potencialidad. Esto provoca un desequilibrio y una mayor fragmentación social.

De todos es conocido el dato aportado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), que dice que tras la crisis atravesada en al última década, el 1% de la población mundial posee actualmente algo más de la mitad de toda la riqueza mundial.

 

“El 1% de la población mundial posee actualmente algo más de la mitad del toda la riqueza mundial”

7. SEGURIDAD Y CONFLICTO

El perfecto ejemplo de las nuevas formas de conflicto bélico es el de la “Primavera Árabe”, con la creación de una auténtica crisis bélica global a través de las redes sociales. Las técnicas de combate no tienen nada que ver con las usadas una década atrás, y se presume que en el futuro más inmediato el campo de batalla será la red, a través del hackeo de las comunicaciones, la energía o cualquier otro elemento vital que irrumpa en el desarrollo normal de una comunidad.

Las máquinas sustituirán a los soldados tal cual los conocemos hoy, y esto hará que cada vez sea más difícil localizar al enemigo real de un conflicto. De hecho, los últimos conflictos internacionales han venido motivados por el espionaje o el lanzamiento de campañas de desprestigio a través de la red.

 

8. INNOVACIÓN Y PRODUCTIVIDAD

Paradójicamente, y a pesar de todos los avances tecnológicos aplicados a la productividad empresarial; los datos a nivel global no reflejan que haya un incremento significativo de la misma. En el año 2016 en el mercado norteamericano el dato era de apenas un 2%.  Eso puede ser debido, a que las nuevas formas de eficiencia en procesos no sea tan evidentes como pueda ser el caso de la evolución de los precios, por ejemplo.
También por el hecho de que la aplicación de estos nuevos sistema de trabajo están muy focalizados en determinadas zonas más industrializadas, y aún existen entorno a dos mil millones de personas que siguen desconectadas de la economía mundial; precisamente por el bajo nivel de implantación tecnológica.

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CONCLUSIÓN

Así las cosas, podemos decir que aún nos encontramos en la fase inicial de la cuarta revolución industrial, y por tanto no tenemos conciencia del nivel de adaptación necesario que es requerido, con objeto de que el desarrollo de la misma traiga más efectos beneficiosos que perjudiciales para la sociedad en general.

Por otra parte, el gran dilema que supone para la humanidad el saber dónde empieza y dónde acaba el papel de las máquinas, quizás haga necesaria una mayor y más ágil regulación normativa en este campo. De hecho, en un sistema ecónomico de libre mercado -como en el que teóricamente nos encontramos-, ese es el papel que deben desempeñar los gobiernos. Parafraseando al famoso economista Adam Smith, sería algo así como hacer valer “La mano invisible del Estado”.