El pasado mes de noviembre, tuve la suerte de asistir en Chicago a la convención anual de la NAR (National Association of Realtors) -o asociación americana de inmobiliarios, para los amigos-, junto con un grupo de compañeros del Club Noteges; y me vine con la mochila repleta de ideas, contactos, anécdotas, y muchísimas enseñanzas del mercado americano. En el cual -todo hay que decirlo-, hay luces y sombras, como en cualquier otro lugar del mundo.
Dejando a un lado los detalles más escabrosos -que también los hubo-, ya que como digo «en todos lados se cuecen habas», me gustaría resumir las principales perlas que me he traído de este viaje, y que creo pueden ser de interés para cualquier persona que directa o indirectamente esté relacionada con este sector tan apasionante.
Solo con ver el edificio que tiene la NAR en Chicago -como sede principal de esta asociación-, ya nos dice bastante del poder que tiene este lobby y de su capacidad de aglutinar a un colectivo tan importante. Claro, todos hemos oído hablar de “el sueño americano” -que no es otro sino tener una casa propia-. Y ellos tienen muy asumido, que este proceso que puede llevar años a cualquier familia, no se debe poner en manos de cualquiera, y de hecho, tienen una legislación al respecto muy restrictiva, que se encarga de garantizar que dicho sueño se lleve de la manera más segura.
En este punto debo de reconocer, que he llegado a sentir algo de “envidia sana”, ya que nos llevan bastante ventaja. Pero claro, mientras aquí el COAPI (Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria) celebra en estos días su 70 aniversario; la NAR cuenta con 110 años desde su fundación, y claro, esos 40 años de diferencia se notan. Principalmente en ese sentimiento de unión y compañerismo, que redunda siempre en una mejor imagen de cara al consumidor; ya que, esto lleva implícito una unificación de criterios, y por ende, un mejor servicio a los clientes.
Sin ir más lejos, esta semana se aprobaba el CACI (Código Andaluz de Calidad Inmobiliria), pero claro, esto es solo en Andalucía. Es decir, en nuestro país quedan otras 16 Comunidades Autónomas sin esta regulación, y lo que es más grave, sin una ley específica que regule una actividad como la intermediación inmobiliaria, que existe desde que el mundo es mundo. Sin embargo, en Estados Unidos hay 13 estados -léase países, que no regiones-, y hace más de un siglo que se pusieron de acuerdo en este asunto. Pues bien, dejo aquí este tema, ya que no me gustaría sacar ese “complejo de españolito”, y los que me conocen, saben que no es precisamente algo de lo que yo presuma.
Otros de los eventos que más me llamaron la atención, por lo diferente, ha sido el concepto de Market Center -que viene a ser el equivalente de una feria inmobiliaria-, que también dista mucho del concepto que tenemos en España. Aquí, si asistimos por ejemplo al SIMA (Salón Inmobiliario de Madrid) -solo por citar uno de los más importantes y conocidos-, vemos como está demasiado enfocado en el producto, es decir, promociones de pisos y casas a la venta. Sin embargo, en este modelo americano, tienen cabida muchas más cosas de interés del profesional inmobiliario: innovaciones, servicios, talleres, herramientas tecnológicas y hasta coches, -aunque debo reconocer que en esto ultimo, si que caen un poco en el tópico americano-. Pero en definitiva, es un foro de mucha más utilidad.
También merece una especial mención, lo proactivos que son en el networking; hasta el punto de poder rozar en algunos casos el exceso de extroversión. Para ellos, cualquier momento es bueno para acercarse a cualquier compañero y entregarle su tarjeta, presentarse y al más puro estilo elevator pitch, –y me atrevería a decir que con cierta ansiedad-, hacerte una presentación en menos de un minuto, para acto seguido despedirse y “atacar” a la siguiente “presa” que se encuentre más cercana. Para nosotros esto resulta un poco chocante -y todo hay que decirlo-, en mi opinión, nuestro estilo en esto, quizás es un poco más elegante.
Finalmente, -y aqui si que voy a “sacar pecho” como español- en lo que se refiere a las conferencias, formación y asistencia de celebridades, debo de reconocer que la NAR tiene un potencial de mejora bastante importante. Podría dar un montón de ejemplos y anécdotas en ese sentido, pero como decía al principio, prefiero quedarme con lo positivo -que es mucho-, y creo que a lo largo del artículo han quedado muestras de ello.
Por último, debo de agradecer a mis compañeros de viaje por esas “horas piel” que me regalaron y un montón de experiencias que me traje en la mochila, de un valor incalculable. En especial, hubo una frase llena de significado y que permanecerá para siempre grabada en nuestra memoria, y que solo las personas que tuvieron la gran fortuna de estar presentes durante su exposición, podrán interpretar: “tras del último, no va nadie”.