Portada inversores

En una situación como la actual, en la que los depósitos bancarios apenas dan rentabilidad, son muchos particulares y pequeños ahorradores, los que a diario me preguntan, si les merece la pena o no invertir en activos inmobiliarios. Mi respuesta siempre es la misma: si, pero con cabeza. Es decir, planificando dicha inversión en función de cada perfil, y de las expectativas de futuro que tengamos sobre la misma.

Este fenómeno no es nuevo en nuestro país, ya que las inversiones inmobiliarias siempre han servido de activo refugio tanto a empresas como particulares; y en un sector que está en auge actualmente, parece que es buen momento para entrar. Ya lo decía el actor y cómico estadounidense Mark Twain: «compren tierra, pues no se fabrica más». Las señales e indicadores que manejamos así lo indican, ya que una vez tocado fondo, parece que las expectativas de revalorización son elevadas, aunque no en todos los territorios por igual.

Por eso, como decía al principio, hay que hacerse un análisis, y dependiendo de nuestra situación, optar por alguna de las múltiples opciones que nos ofrece el mercado. A continuación dejo unos cuantos consejos, que bajo mi punto de vista, son la clave a la hora de plantearse invertir en activos inmobiliarios:

Analizando inversiones

1. Analisis inicial
Debemos analizar de cuánto dinero disponemos, y de nuestra capacidad de endeudamiento, si es que hemos decidido recurrir a esa vía. En caso afirmativo, el umbral de rentabilidad de la inversión, siempre debe ser superior al coste de la financiación. Hay muchas fórmulas que nos permiten hacer ese cálculo, siendo las más comunes la TAE y la TIR.

2. Estudiar la oferta existente

No hay productos buenos o malos, ni caros o baratos; sino idóneos o no a nuestro perfil. Por tanto, dependiendo de la zona y muy importante, de si nos planteamos vivir allí en el futuro, debemos escoger algo que cubra esas expectativas. Hay productos bancarios sobretodo en zonas periféricas de menor demanda, que se pueden adquirir a precios relativamente bajos y con financiación casi del 100%. Sin embargo, en las zonas más céntricas, los precios serán más elevados, aunque siempre son un valor seguro. También hay zonas de estudiantes y hospitales donde nos garantizamos una alta rotación, si lo que buscamos es obtener rentas de alquiler.

3. Ponerse en manos de profesionales

Para ahorrar tiempo, dinero y dolores de cabeza, lo ideal es trabajar con una o varias agencias, que nos garanticen que el activo a adquirir, se encuentra en unas condiciones de habitabilidad adecuadas, y que sobretodo, paguemos el precio más justo por él. Casi con seguridad van a conseguir un mejor precio que nosotros, gracias a su conocimiento del mercado y sus habilidades negociadoras. Además, nos podrán dar asesoramiento fiscal, financiero y jurídico, para asegurarnos que la operación se lleva a cabo de la manero más segura. Hoy día, muchas agencias ofrecemos el servicio de Personal Shopper Inmobiliario, mediante el cual nos encargamos de todo antes, durante y después de la operación.

4. Visitarlo en persona antes de reservar
Actualmente hay sistemas de realidad virtual, que te permiten ver la vivienda sin tener que desplazarte, lo cual nos hace ahorrar mucho tiempo. Sin embargo, siempre es recomendable visitarlo físicamente antes de formalizar la reserva, con objeto de ratificar que todo aquello que nos ha hecho tomar la decisión, se corresponde con la realidad.

5. Analizar la situación jurídica del inmueble
Antes de firmar, es conveniente solicitar al vendedor un mínimo de documentación, que nos asegure que la transmisión se realizará de manera ágil, rápida y segura. No se trata de que nos quieran engañar, sino que en la mayoría de los casos, ellos mismos nos son conscientes de si hay alguna anomalía. Si decidimos llevar a cabo la operación sin un agente inmobiliario, es importante que al menos los contratos sean revisados por alguna persona con conocimiento en la materia, ya sea un abogado o incluso el propio notario donde vayamos a firmar la compraventa.

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Finalmente, soy consciente de que en este breve compendio, no están todos los factores que existen en algo tan complejo como una compraventa, pero si son todos los que están. A mi entender, son los mínimos a tener en cuenta antes de llevar a cabo la inversión. No obstante, si el activo en cuestión es una vivienda urbana, en el siguiente enlace se pueden encontrar varios consejos más específicos, que ya detallé en otro artículo anterior sobre esta temática.